¿Cómo afectará la domótica a nuestro futuro?
Compartir
Una vez restringida a edificios de lujo o de supertecnología, la automatización del hogar está demostrando ser una adición cada vez más fundamental y asequible a los proyectos arquitectónicos, ya sea para edificios nuevos o renovaciones. Si bien comprender cómo funcionan puede ser extremadamente complejo, el propósito principal de la tecnología es hacer la vida más simple, segura y fácil. Por definición, la domótica busca ser globalmente inteligente, funcionando como un sistema que facilita los procesos sin complicar innecesariamente la vida del usuario. La idea es conectar dispositivos, que a su vez se conectan y hablan a través de una unidad de control centralizada, accesible desde computadoras, tabletas y teléfonos móviles. Estos incluyen luces, electrodomésticos, enchufes eléctricos y sistemas de calefacción y refrigeración, pero también alarmas, puertas, ventanas, detectores de humo, cámaras de vigilancia y muchos otros sensores y dispositivos.
Por ejemplo, los usuarios de domótica pueden encender o apagar las luces a horas específicas cada día, ajustar la calefacción o el aire acondicionado para que se enciendan unos minutos antes de llegar a casa, o encender todas las luces de su casa cuando suene la alarma del sistema de seguridad. Además de estos efectos inmediatos, las aplicaciones de monitoreo también pueden brindar información precisa del hogar al generar informes detallados sobre los equipos que podrían estar funcionando mejor o gastando menos. A medida que los sistemas como Google Home, Alexa y Amazon Echo se vuelven cada vez más comunes y la inteligencia artificial se vuelve cada vez más sofisticada, la integración de diversas aplicaciones en espacios residenciales debería ingresar cada vez más en nuestra vida diaria a través de la Internet de las cosas (comúnmente conocida como IoT). Es decir, además de los teléfonos inteligentes y las computadoras personales, los dispositivos y sensores pueden identificar patrones, procesar información y realizar tareas tanto a través de comandos como automáticamente. Desde un reloj o un refrigerador hasta automóviles, máquinas e infraestructura urbana, muchos de los productos mecánicos con los que interactuamos pueden comunicarse y automatizar procesos. Aunque suene a guión de ciencia ficción, se trata de tecnologías que no nos son tan lejanas. A continuación se enumeran algunas preguntas relevantes sobre el tema:
Aumento de la seguridad
Esta es una de las principales razones por las que las personas optan por los sistemas domóticos. La información recopilada de los dispositivos conectados y los sensores de movimiento permite que el sistema comprenda cuándo los usuarios están adentro y afuera, bloquear puertas y portones y dejar algunos dispositivos en espera. Pero la inteligencia artificial también se puede usar para automatizar la detección de amenazas y quizás alertarnos de manera más proactiva si algo parece estar mal, como sensores de calor y cámaras de video que activan alarmas y llaman a los bomberos en caso de un cortocircuito. A través de algoritmos de reconocimiento facial en redes sociales, el propio sistema puede saber si alguien ajeno a tu círculo de conocidos está intentando acceder a tu espacio y enviar un mensaje a tu teléfono móvil preguntándote si quieres que las puertas permanezcan cerradas o no. Este tipo de tecnología puede mejorar la eficiencia de los sistemas de seguridad y reducir las falsas alarmas.
Mejorar la vida de las personas con movilidad reducida
La automatización puede ser útil para las personas con discapacidad y para las personas mayores. Las personas con enfermedad de Parkinson u otras enfermedades motoras pueden activar interruptores sin tocarlos, y los sensores de movimiento pueden activar luces de seguridad automáticamente. Los sensores de movimiento también pueden señalar un accidente en el inodoro y activar los servicios de rescate. Incluso los sensores de presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre se pueden incorporar a estos sistemas, brindando tranquilidad a los familiares cercanos.
Ahorro de recursos
Aunque la instalación del sistema puede ser una inversión inicial alta, puede ahorrar costos a largo plazo debido a los ahorros que puede proporcionar. Tecnologías como los termostatos y la iluminación inteligente se conectan a un control centralizado que puede actuar por sí solo o programarse para controlar el consumo de energía y reducir el desperdicio. Así como la iluminación y la seguridad del hogar pueden controlarse con un solo dispositivo, incluso la factura del agua puede verse afectada. Por ejemplo, los sistemas de riego inteligentes funcionan de manera similar para detener el flujo y ahorrar dinero, algunos incluso reaccionan a las condiciones climáticas para aplicar exactamente la cantidad correcta de agua al suelo.
Haga que la vida cotidiana y las construcciones sean más inteligentes
La capacidad de automatizar la limpieza repetitiva puede liberar tiempo para cosas más importantes. Por ejemplo, un refrigerador conectado a Internet puede verificar si faltan artículos y realizar compras en línea. Con los dispositivos inteligentes, muchos electrodomésticos se pueden programar de forma remota y funcionarán automáticamente o al tacto. Podría activar casi todo con un teléfono inteligente.
Es importante mencionar que estos sistemas deben estar altamente protegidos, ya que un solo intento de ingresar a este sistema centralizado puede llevar a la invasión de la privacidad y la pérdida de información confidencial valiosa. Aún así, la mayoría de las personas que han experimentado la vida en un espacio automatizado probablemente se sentirán incómodas al volver a los sistemas tradicionales. Es fundamental experimentar los beneficios de la domótica para comprender su potencial y saber qué elementos mejorarán mejor tu día a día.